El procesamiento de la Integración sensorial nos incumbe a todos
POR LAURA FAJARDO
12/01/2021
Los seres humanos somos capaces de interactuar con nuestro entorno gracias a nuestros sistemas sensoriales: sistema propioceptivo, táctil, vestibular, visual, auditivo, gustativo y olfativo.
¿Qué pasa cuando esta información sensorial que es integrada por nuestro sistema nervioso no funciona correctamente?
Quizás te has visto desbordado auditivamente en un concierto, en centros comerciales abarrotados de gente y con gran estimulación auditiva, en fiestas con fuegos artificiales o cuando hay globos y toda tu atención se dirige a que ese globo no se explote sin importar nada más de lo que ocurra a tu alrededor.
Igual te ha pasado que tienes que recortar las etiquetas de las prendas de vestir ya que provoca estrés e incomodidad y te repercute en tus reuniones de negocios prolongadas.
Buscamos estrategias conductuales como forma de regular estas peculiaridades sensoriales y volver a un equilibrio. Como adultos podemos.
Sin embargo, cuando un niño tiene dificultades en el procesamiento de la información sensorial, puede parecer caprichoso, torpe o inatento o etiquetado como rebelde o cabezón.
La base de esas conductas está en la forma que su sistema nervioso procesa la información.
Por lo tanto, una dificultad para procesar esta información repercute directamente tanto en el desarrollo global como en aprendizaje y el comportamiento.
¿Tiene mi hijo disfunción en el procesamiento sensorial?
✅ Es un niño muy irritable, le cuesta mucho tranquilizarse (de bebé también lo era)
✅ Rechaza algunas texturas como la arena, el cesped, tocar alimentos...
✅ El selectivo con su alimentación (rechaza muchas cosas, lo pasa muy mal)
✅ No explora el ambiente, su juego es muy simple y repetitivo
✅ Tropieza y cae con facilidad, tiene pérdida de equilibrio y tardó en andar
✅ Dificultad para juegos en los que comprometa su psicomotricidad. Los suele evitar.
✅ Le cuestan las tareas que implican manipulación como juegos de construcción, escritura, recortar…
✅ Prefiere juegos sedentarios
✅ Tarda mucho tiempo en hacer sus actividades como vestirse
✅ Tiene miedo a las alturas, evita subirse a columpios, bordillos….
✅ Le asusta el movimiento, tardó en gatear o voltear en edades tempranas o no pasó por esas etapas.
✅ Es demasiado movido, no puede estar quieto
✅ Dificultades para prestar atención, va de un lado a otro constántemente
✅ Le asustan muchísimo algunos ruidos, reacciona de forma desproporcionada a estímulos ambientales
Estos son solo algunos signos, ante la sospecha, es necesario realizar una evaluación específica por parte de un Terapeuta Ocupacional especializado.
Una evaluación temprana, en los primeros años de vida, es fundamental para ayudar a estos niños a alcanzar su máxima participación y bienestar en su vida.
Tenemos diferentes estrategias para participar en el mundo. La comprensión es el pilar básico para una vida equilibrada y satisfactoria.
Laura Fajardo. Terapeuta Ocupacional
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